Turismo de tugurios: otra mirada al mundo
Cada vez más popular en el mundo es el turismo de tugurios (otros nombres – purismo, slam-turismo). Los viajeros conocen personalmente con placeres de la vida de los barrios pobres, donde en pequeñas chozas se acurruca mucha gente, donde no hay luz, agua, saneamiento y otros servicios básicos, donde se cocinan en un hornillo de queroseno y se alimentan de las sobras, donde hay suciedad y montones de basura, humos y hedor... Se puede ver allí la pobreza en toda su belleza desnuda, y algunos lugares aun la policía tiene miedo de mirar. Aquí puede parecerles a Uds. que cayen en un sordo pasado muy lejano. Así ¿qué lleva a la gente a los recorridos inusuales? Para muchos los hombres es una oportunidad de reconsiderar su actitud a la vida, mirar el mundo con los ojos de los habitantes de la calle para darse cuenta de que hay personas que viven mucho peor, y para ayudar a aquellos que más lo necesitan...
El turismo de tugurios apareció en la segunda mitad del siglo 19 en las zonas provinciales de Londres. Pero él ha adquirido especial escala solamente en actualidad. El gran papel jugó el cine. Por ejemplo, el film “Millonario de Tugurio”, que recibió ocho “Oscares” del director británico Danny Boyle, atrajo a India muchos viajeros. Esta película muestra la historia de la vida de un huérfano-vagabundo de 18 años de edad que vivía en los barrios bajos de Mumbai que son los más grandes de Asia. La cantidad de los slam-turistas a Brasil aumentó dramáticamente después de la película “La ciudad de Dios” de las faveles – zonas más pobres de Río de Janeiro. Muchos desean visitar y los barrios pobres de Sao Paulo. En total, en las faveles brasileñas viven unos 65 millones de habitantes. El slam-turismo se desarrolla activamente también en la capital de Kenia Nairobi, dónde se encuentran los tugurios mayores de Africa, en Sudáfrica, especialmente en la ciudad de Johannesburgo, así como en tales países como Camboya, México, Bangladesh.
Suelen realizar las excursiones de peatones con pequeños grupos de turistas. Independientemente pasear por muchos de los barrios pobres es muy peligroso. Mucho más tranquilo inspeccionar las afueras acompañado de los guías, el papel de los cuales actúan a menudo los hombres sin hogar, mendigos. Ellos saben perfectamente “el relieve del terreno”, y, además, los viajeros, que caminan con ellos no son tocados por los “gamberros tugurios”. Muchas vueltas que llevan a cabo de la realidad prohiben que hagan fotografías sin permiso de los habitantes de los tugurios, porque ésto puede causarles reacción negativa.
Se puede observar “el revés de las ciudades” no sólo en los países del tercer mundo, sino también en los EEUU, Europa, Australia. Por ejemplo, en Chicago se puede ir de excursión a los “barrios negros”, que son los más pobres de la ciudad. En Nueva York a disposición de los turistas – East Harlem y Bronx. En Praga, Londres, Amsterdam los bagabundos de ayer les pasarán a Uds. con seguridad por las tropas de tugurios. En Gotemburgo por el pago pequeño es posible que pase una noche en el saco de dormir en un banco del parque o en algún edificio abanonado junto a la gente sin hogar local.
Las excurciones slam-turísticas, como regla, son bastante baratos – unos 5-20 dólares. A menudo, una parte del dinero pasa en los fondos benéficos y va a mejorar la vida de los mendigos, su enseñanza en los centros públicos o en las escuelas. Por ejemplo, en Londres la excursión cuesta 8 – 10 libras, 80% de la suma es recibido por el guía sin hogar, y 20% se destina a la organización de voluntarios que ayuda a comprar ropa y otras cosas a las personas sin techo. Y, por ejemplo, un recorrido por los basureros de la ciudad mexicana Mazatlán es, en general, gratuíto, sin embargo, los viajeros llevan bocadillos a la gente y botellas de agua potable.
No suspenda el debate sobre la ética del turismo de tugurios. Sus opositores dicen que las personas desdichadas se convierten en un espectáculo para los visitantes, la observación de los extranjeros por su forma de la vida es incómodo. Los adeptos notan la importancia de la ventana al mundo real de la pobreza y la angustia, del cual los ricos, a menudo, olvidan. Para los que viven en los tugurios es casi única posibilidad de recibir apoyo, para los turistas – prestar la ayuda a los que tienen necesidad.