La información útil al conductor: Las carreteras más peligrosas del mundo

Superar la distancia parece ser muy simples, pero hacer el camino solo es poco más difícil. Hasta ahora, nuestro mundo cuenta con las carreteras muy peligrosas, que requieren la inmensa concentración y confianza en su coche.

La más desolada y extendida

Australia – es uno de los continentes menos poblados de la Tierra. Nada de asombroso que es aquí que pasa la pista más desolada con una longitud cerca de 1800 kilómetros. La carretera cruza el Pequeño Desierto Arenoso, el calor de tarde está insoportable. Sólo los más aventureros, que se atreven viajar por Canning Stock Route, una vez que el viaje durará unas tres semanas. A lo largo del viaje no encontrará ninguno coche y apenas unas pocas poblaciones de los nativos. Por lo tanto hay que tener en cuenta esa información para hacer reservas de agua, alimentos y combustible, si no su viaje puede se tornar una pesadilla.

La más peligrosa

A primera vista el camino de Hurghada a Luxor, Egipto, no parece ser muy específico. La pista es bastante larga y plana, lo que le hace mala fama son los ataques de ladrones. Sus bandas son bien armadas y atacan a los autobuses turísticos y los coches de día y de noche. También ha habido casos de plagio de turistas con objeto de obtener un rescate. Por lo tanto se recomienda hacer el camino a alta velocidad sin parar.

La más terrible y imprevisible

El Camino a Los Yungas, que se encuentra en Bolivia, conocido por ser el más peligroso del mundo. Hasta hace poco tiempo fue la única carretera, que conectaba las ciudades de La Paz y Coroico. El Camino a Los Yungas pasa por el borde exterior de la montaña, por un lado está rodeado por las rocas y por otro – el abismo profundo. Lo que torna el camino extremamente peligroso son la neblina frecuente y escasa visibilidad, los suelos resbaladizos y deslizamientos de tierra, así como la ausencia de cualquier guardarraíl. Aquí ocurren decenas de accidentes al año, por eso también es conocido como Camino de la Muerte.

La más intransitable

El camino a Yakutsk, Rusia, pasa a lo largo del río Lena. Durante las lluvias fuertes y el desbordamiento del río la carretera federal M-56 desaparece completamente bajo la agua y el barro. Existen casos cuando los conductores estuvieron hundidos en el pantano por día entero. La carretera cuenta con un trecho especial, que asusta a los viajantes. Aquí los coches se entrechocan sin cualquier razón aparente. Los testigos y supervivientes de los accidentes no recuerdan lo que les han acontecido.

El túnel más peligroso

En la margen de las montañas Taihang en China, sigue el túnel, conocido por el nombre del “camino que no perdona el descuido”. La longitud de Túnel de Guoliang es más de un kilómetro, el ancho del pavimento es de unos cuatro metros, la altura del túnel – cinco metros. Gracias a la luz frágil, que penetra las ventanas de las paredes, el ambiente tornase verdaderamente místico. A través de esas ventanas se abre el increíble paisaje para el desfiladero debajo. Según los habitantes el Túnel de Guoliang es peligroso para los arriesgados, que no respeten los limites de velocidad.

La más sinuosa y montañosa

La pista Col de Turini, situada en el departamento francés de Alpes, también conocida por se llamar la montaña rusa. La carretera zigzaguea a una altitud de 1500 metros, abriendo a los viajeros los paisajes alpinos fabulosos. La carretera lanza un desafío a los conductores, proponiendoles las curvas cerradas, subidas y bajadas. Además, las lluvias fuertes son bastante frecuentes, los flujos de lodo, que hacen la carretera escurridiza y imprevisible.

La más espectacular

Los fiordos de Noruega siempre atrajeron turistas con su belleza, la carretera Trollstigen abre las vistas panorámicas impresionantes, que le corta la inspiración. El camino cuenta con 11 curvas cerradas. Los lugares más hermosos poseen las plataformas especiales de observación, pero Trollstigen se abre apenas a la primavera y verano. En otras ocasiones la carretera es demasiado peligrosa.

Por supuesto, mejor no tentar a la suerte. Pero si muere de curiosidad, hay que encontrar un conductor experimentado entre los nativos, que sabe el camino y las señales locales de tráfico.